NEUROSIS, ANSIEDAD Y VICEVERSA

15.00

Su argumento gira en torno a un treintañero hijo de muy acaudalado papá y afincado en una torre palaciega enclavada en la barriada más ostentosa de Barcelona. Su harto pasional temperamento expresado en la pija intimidad sufre sedación nomás irrumpe en la sociedad, ya que su exquisita educación absorvida desde siempre le obliga a cabalgar por la vida en modo represión total. Le atañen costosas vicisitudes sucedidas en medio de un fastuoso ambiente que disuelve los conflictos humanos en frivolidad de atractiva apariencia. El parné no trasciende en tanto se disponga de un caudal que cubra el modus vivendis para el que te educaron. Y punto y final en este alegato además.

NEUROSIS 

ANSIEDAD 

VICEVERSA 

por PASK SELVA VIRGEN,

OTRORA APREN

Esfuerzo dedicado a ti quien me leas, dado que intentar conquistar tu recreo ha sido el combustible de mi tecleo. ASÍ SEA. 

 

 

 

INTRODUZCAMOS 

 

Fantasea. Te eriges en un espíritu inmaterial tan sólo dotado de impalpable existencia. Hola. 

 

Fluimos por tu imaginación, yo describiendo para ti y tú diseñando mi trama con la apariencia que tu historia te permita. Te informo que buceamos al través de la absoluta paz… totalmente opaca y silenciosa. De improviso, una apasionante composición acústica rococó brota de tu silencio intrínseco. La luz cobra vida entre notas y de inmediato concibes una soleada mañana de principios de un Mayo fresco enclavado en la primera década de este tercer milenio. El argumento a punto de iniciar transcurre más que nada en un adinerado vecindario de Barcelona, donde sobre todo residen parentelas de alto abolengo. A partir de aquí, nuestras mentes recorren asilvestradas calles de postal romántica hasta que viran su parsimonioso deambular y se adentran en una mayúscula y magnífica finca que contiene allá al fondo una suntuosa lar estilo prodigalidad. Todo es lujo, ostentación. 

 

Entonces atravesamos el amplio y frondoso jardín por encima de una bella pista de piedra para vehículos. El arte vegetal decora la ornamentada floresta anterior a la enorme y fastuosa mansión de cuatro  alturas que se elevan sobre un garaje aún recóndito. A éste se irrumpe vía una ancha rampa de doble dirección y lateral al edificio. Surcándola, atravesamos el cerrado acceso a la COCHERA-1 subterránea y bañamos nuestro entendimiento subjetivo en una luminosidad artificial salpimentada con la opulencia rodante. 

 

Arremeten contra nuestras puede que ninguneadas apetencias por la excelencia terrenal tanto una exquisita berlina proverbial y fastuosa en extremo, como un rutilante y estiloso cabriolé bi-plaza de tono nival, o un todopoderoso todoterreno turbo y por último un seductor y prohibitivo deportivo encarnado con su capota abatible puesta. Entre todos conforman un rebaño vehicular harto pomposo que dudo, si eres humano, te deje indiferente. Sin recuperarte aún de la incipiente ansia de posesión, nuestros yos ascienden al resto de la espectacular y emparquetada mansión. Visitamos majestuosos salones y vestíbulos y recorremos tanto el gran laboratorio de arte culinario  con sus majestuosas instalaciones como un trío de aseos labrados en grande ornato. 

 

Una vez regaladas nuestras consciencias con este seductor preámbulo, engullimos una porción de atmósfera y nos encaramamos a la segunda planta vía una escalera cincelada en exquisito mármol de Carrara. Y por si fuera poco, un clásico montacargas con capacidad para cuatro personas y de apariencia de anticuario, comunica los distintos pisos y el parking. Puntualización ésta que tampoco influirá demasiado en el rumbo que persiga esta sinopsis neurótica pero bueno, ahí queda apuntado. 

 

Tras colonizar este primer nivel superior, en su superficie visitamos recargados cuartos con sus baños particulares y salones dotados de enormes librerías y mobiliario fastuoso. Asimismo accedemos a la habitación del amor matrimonial con toda su aparatosidad, fabricada a base de exquisitas estructuras de almacenaje o descanso y demás pijadas que valen una pasta. Y, a guisa de terminación de esta incursión en la propiedad ajena, ascendemos un nuevo tramo de peldaños e irrumpimos en una planta similar al piso de debajo pero en la que al fin arribamos al cuarto de recogimiento del protagonista de esta película deletreada. Ahora, si prosigues la lectura, ésta nos condenará a que ambos clonemos una CÁMARA cinematográfica que recaba las escenas tanto visuales como sonoras de un guión novelizado que, palabra de autor impulsivo, en ocasiones puede ser la santa hostia bendecida. Pues si te dispones a perseguir a mi creatividad, prosigamos huyendo hacia delante. ánimo… 

 

 

 

 

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