Hoy tengo ganas de ser valiente. Por lo tanto, voy a hurgar en un tema controversial cuya conclusión se soluciona con un mondo SÍ o un lirodo NO para la peña politicamente correcta. ¿Por ké opino yo ke el aborto es (dentro de los límites en ke la ciencia resuelve ke ese grúmulo de células aún NO ha alcazado el estado diferenciado de humanidad) una opción tope válida y sólo dependiente de la opinión de la progenitora ke gesta?
¿Tenemos l@s Sapiens alguna prerrogativa especial para el universo por el mero hecho de ser kienes somos o es cosa del auto-impuesto privilegio de sentirnos tan especiales ke se lo debemos al instinto de supervivencia cosechado a lo largo de la conkista del podio presidencial del planeta? Para mí está claro ke el hecho ke cazar, pescar, someter, etc… a las especies “inferiores” (sólo menos evolucionadas) y urbanizar todos los ecosistemas para amoldarlos a nuestro antojo, se debe sólo a ke hemos triunfado en la guerra por el dominio terrákeo y, a raíz de ello imponemos nuestras leyes cuando las circunstancias son dominables (terremotos, incendios y demás indomamables catástrofes aparte). Por lo tanto, fuera del entramado humano, importamos lo ke una piedra. Esto es: NADA.
Volviendo al asunto ke nos entretiene hoy: una vez ke ya hemos decidido ke, fuera de lalegislación terrenal, no importamos ni una mierda a nada ni a nadie… entonces, cuando un embarazo tiene lugar: ¿kien corre con el 100% de l@s desgastes e incomodidades físic@s (y una amplia mayoría de los psíkicos) ke rekiere el parásito ke incuba el útero de la progenitora? Supónese ke ni el más atroz e irredento de los machistas será capaz de razonarme vía pacíficos métodos ke NO estoy en lo cierto al afirmar ke sois las damas kienes soportáis casi todo (sin el casi) lo jodido para contribuir con el seguimiento de nuestra especie. Por lo tanto: vosotras ke parís, vosotras decidís.
Y como último punto, intentaré demostrar ke antiabortismo y racismo suelen ir emparejados en las filosofías de l@s “defensores de la vida” (ekipo en el ke tod@s nos enfrascamos aunke sea por la comodidad ke reporta el no tener ke desprendernos de nuestros tan currados privilegios históricos). Si las opulentas sociedades occidentales dejásemos de (todo utópico) defender políticas conservadoras con nuestro privilegiado modus vivendi, demoliésemos toda frontera legislativa del orbe y permitiéramos la libre circulación de la peña sin importar su origen racial o salud económica, nuestro tan enfermizo índice de renovación generacional sanaría ipso en pocos meses facto. Esta opción keda descartada mientras tú y yo prefiramos seguir felices, san@s y bien alimentad@s a ambos lados de esta pantalla ke encaro. ¿Hipócritas? Yo el primero. Ke me arroje la primera piedra kien NO lo sea, ánimo. ASÍ PUTO SEA.
